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“Toma ahora la ley de su boca, Y pon sus palabras en tu corazón. Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; Alejarás de tu tienda la aflicción” (Job 22:22,23)
“El que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15:5)
Los seres humanos, fuimos creados para estar en armonía y en comunión con Dios. Vivir alejados de Dios, hace que las personas no sean felices ni le encuentren sentido a la vida. A medida que uno se aleja de Dios que es luz, se encuentra más en tinieblas. El hombre se va acostumbrando y adaptando a andar a oscuras, pero no puede evitar tropezar y lastimarse. “porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va” (Juan 12:35)
Cuando las personas no caminan bajo la luz de Dios, sino que andan a la luz de sus propias teas (Isaías 50:11) no pueden evitar confundirse, porque en la oscuridad todo es engañoso.
Cuando más tiempo camine en tinieblas más cosas le sucederán, y eso dejará su marca. Pues uno en la vida puede hacer lo que quiera, pero lo que no puede, ni podrá nunca, es evitar las consecuencias.
Por eso los hombres, necesitan volverse a Dios. Dar media vuelta y volverse para encontrarse ante Cristo a quien Dios puso como propiciación por la fe en su sangre (Romanos 3:25) Pues el hombre, que por el pecado caminó toda su vida sin Dios, no solamente necesita una vida nueva y ser consolado, sino que necesita ser perdonado por todo cuanto hizo y ese perdón solo se encuentra en Cristo. Por eso la Biblia dice: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo (Hechos 16:31)
Pensamientos para reflexionar
