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“Al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus, para poner allí su nombre para su habitación, ése buscaréis, y allá iréis… Cuídate de no ofrecer tus holocaustos en cualquier lugar que vieres” (Deuteronomio 12: 5 y 13)
“Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mateo 18:20)
La Iglesia del Señor es una y tiene directivas claras para saber como debe congregarse (Véase 1 Timoteo 3:15) Los creyentes no deben dividirse para reunirse según sus propias interpretaciones y luego colocarse nombres que los diferencien de sus demás hermanos, para que bajo esa denominación se los identifique. Pues eso es una manifestación de división en el testimonio de la Iglesia.
Tampoco, ningún creyente debería elegir congregarse según su criterio y gusto, sino buscar la forma establecida por Dios en su Palabra. En un lugar donde se respete la Palabra de Dios y se siga el orden establecido por Dios. Los creyentes no deberían buscar congregarse donde les resulte más cómodo por distancia, tradición familiar, cultural, etc. Ni bajo la imposición de no poder retirarse del lugar que Dios en su gracia haya utilizado para que conozcan a Cristo. Porque Dios, que quiere que todos los hombres sean salvos (1 Timoteo 2:4) para presentarnos a Cristo puede utilizar cualquier medio, pero luego para reunirnos debemos buscar la comunión con aquellos “dos o tres que se congreguen en su Nombre” (Mateo 18:20)
Donde los creyentes se congregan en su Nombre, no es un lugar exclusivo para a unos pocos, pues como testimonio de la Iglesia de Dios, abarca y reconoce en amor y según la verdad, a todos los hijos de Dios. Allí deben congregarse los que deseen caminar fielmente y sin sectarismos.
Pensamientos para reflexionar
