“El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4:16,17)
“Jesús… nos libra de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1.10)
Los cristianos debemos vivir como si Cristo viniera a buscarnos hoy. Y debemos imaginarnos no solamente como será el cielo, sino también, como quedarán nuestros seres queridos cuando nos vayamos.
Los creyentes diariamente nos ocupamos de nuestra familia y de personas que apreciamos y protegemos, tratando de que nada malo les pase. Pero pensemos:
¿Si viene Cristo esta noche, cómo será el mañana para ellos?
Como muchas veces se ejemplificó en escritos y en películas, podemos imaginarlos despertando, y yéndonos a buscar y al notar que no hay nadie en la casa, llamarnos por teléfono y llamar a los más cercanos para comprobar con consternación que no estamos.
Las noticias en ese momento serán terribles mostrando un caos mundial como nunca se vio. Países enteros desplomados por el faltante de personas. Llanto y desesperación por todas partes. Falta de asistencia al que sufre como nunca sucedió, porque todos estarán pasando por algo similar en el mundo. Y así podríamos seguir imaginando cómo vivirán ellos, aquellas cosas que dice la Biblia que acontecerán en el mundo, cuando queden solos, desprotegidos y fuera ya del amparo de Dios…
¡Pensar en eso es terrible!
Sin embargo, este es el momento de pensar en eso y hablarles de Cristo, instando a tiempo y fuera de tiempo. Muy pronto será demasiado tarde.
Ahora es el momento de creer en Cristo como salvador para ser salvos.
Pensamientos para reflexionar
