“No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz… Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:7.8.11)
“porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” ( 2 Corintios 6:14)
Llega octubre, y los negocios se llenan de colores y cosas alusivas a la fiesta de Halloween. Esta fiesta prácticamente desconocida en nuestro medio, cada vez va tomando más notoriedad, pues encuentra cabida en los niños y se fomenta tristemente desde los colegios e instituciones como una fiesta más.
¿Es Halloween una fiesta inocente como para que la celebren nuestros niños siendo cristianos? La respuesta es NO.
¿Qué es Halloween?
Halloween, es una fiesta eminentemente idólatra y hechicera, costumbre de los antiguos Celtas, y que se celebraba el 31 de octubre, desde hace más de 3.000 años. Ese día se creía que los espíritus caminaban por la Tierra mientras viajaban al más allá, junto con otras criaturas, como hadas y demonios. Se dice que además, de sacrificar animales a los dioses, los celtas llevaban disfraces para confundir a los espíritus, o quizá para evitar que los poseyeran
Esa fiesta se fue popularizando y traspasando fronteras, pero no tiene nada de cristiana, sino todo lo contrario, aunque quienes lo celebran lo ignoren, porque es una fiesta donde todo se relaciona con la muerte, los muertos, los espíritus, las brujas y con cosas claramente prohibidas en la Biblia para los creyentes.
Los cristianos no tenemos parte con las tinieblas ni festejamos con los muertos. Festejamos la vida eterna en Cristo Jesús, quien murió por nuestros pecados y nos sacó del ámbito de las tinieblas.
Pensamientos para reflexionar
