Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes…Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria… Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. (Lucas 21:25,27,28)
“Os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera” (1 Tesalonicenses 1:10)
Nuestro Señor Jesucristo, viene pronto. Eso puede suceder en cualquier momento. Debido a eso, es que el príncipe de este mundo, maneja a la humanidad en distracción constante, para que no piensen, y se distraigan y se pierdan. Y que aquellos que son salvos, por la gracia de Dios; en lugar en pensar en los que se pierden, estén demasiado ocupados en sus actividades, olvidando que muchos de los que nos rodean, se encuentran sin Dios y sin la salvación, y que deben ser ganados para Dios, antes de que Cristo venga a buscarnos.
Hay un corito que dice: Ya viene Cristo, señales hay, almas salvadas viene a buscar…
Es un lindo corito, pero si pensamos bien, no necesitamos que se cumplan las señales descriptas en las Escrituras para que venga Cristo a arrebatar a su Iglesia, pues para ese evento no debemos esperar ninguna señal. Las señales son para algo que pasará posteriormente al rapto de la Iglesia a los cielos y se cumplirán antes que Cristo venga a la tierra a establecer su reino.
Que hoy veamos guerras, y rumores de guerra, pestes, hambre y tantas otras cosas más que están anunciadas para antes de que Cristo venga a reinar, quiere decir entonces que el rapto de la Iglesia es inminente, pues antes que sucedan todas esas cosas, la Iglesia debe irse con Cristo a los cielos.
Pensamientos para reflexionar