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En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. (1 Juan 4:9)
La Biblia declara: Dios es amor (1 Juan 4:8)
Lo cual, quiere decir que el amor es su misma esencia. Esto es mucho más que sentir amor o brindarlo.
Por eso, Dios ama lo que no es amable. Los seres humanos amamos lo amable, simpático, agradable, bueno… Sin embargo, Dios nos amó y mostró su amor por nosotros “Cuando siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)
¡Es algo maravilloso! Todo cuanto tenemos de parte de Dios, es sobre esa base, porque él nos amó.
Si fuera por nuestros merecimientos, sólo nos correspondería el juicio. Sin embargo, Dios quiso salvarnos y por amor, “Dio a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16)
El amor de Dios, manifestado en Cristo, requiere una respuesta de nuestra parte.
Habiendo padecido por nuestros pecados, el Señor, nos dice: “¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor” (Lamentaciones 1:12)
A este amor hay que responderle, recibiendo a Cristo como Salvador.
Nadie se perderá en el infierno por no haber sido elegido, ni por no haber podido comprender, sino por haber rechazado el amor de Dios. “Los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonicenses 2:10)
Pensamientos para reflexionar
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