ROMPIENDO LAS LIGADURAS

“Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra el Señor y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas” (Salmo 2:2,3)


La Biblia anuncia lo que vendrá sobre la tierra, luego de que la Iglesia sea arrebatada a los cielos.

Cuando no esté más  la Iglesia en la tierra, ni el Espíritu Santo que habita en ella, será un tiempo de apostasía, y aparecerá un personaje nefasto, llamado el anticristo, “que se levanta y opone contra todo lo que sea de Dios” (Léase 2 Tesalonicenses 2:1 al 10)

El anticristo, es también llamado, EL INICUO. (2 Tesalonicenses 2:8,9) Expresión que  significa, entre otras cosas: El hombre sin ley.

Ya vemos como se prepara el escenario para todo esto, vulnerándose el principio de autoridad hasta desde el ámbito familiar.

¡Cuidado! “Porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y somos llamados a obedecerla”  “De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos” (Romanos 13:1,2)

AUTORIDAD, no significa INFALIBILIDAD. Un padre de familia tiene autoridad, y sus hijos deben honrarlo por ser el padre, no por ser perfecto; de la misma manera que un policía, tiene autoridad porque se la ha conferido,

El mundo seguirá inevitablemente su curso, pero, los creyentes, estamos llamados a vivir de otra manera.

“Por causa del Señor, someteos a toda autoridad…” (1 Pedro 2:13)

Reconociendo, primeramente, que a la primera autoridad que debemos someternos, es a la de Dios.


Pensamientos para reflexionar

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