Todos los escritos
“Persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido” (2 Timoteo 3:14)
“Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión” (Tito 1:10)
“Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Juan 1:10)
La fe de los cristianos manifiesta la aceptación de los que Dios ha dicho. Ninguno de nosotros, se ha sentado frente a Dios a tomar un café y de esa manera Dios le ha dado la revelación de sus pensamientos. Todos tenemos la misma revelación que reconocemos como completa, a la cual, no se le puede agregar ni quitar nada y que está en la Biblia, la Santa Palabra de Dios. (Deuteronomio 4:2, 13:32 Apocalipsis 22:19) Esta Palabra es inerrante y Dios la preservó para nosotros, pues por medio de ella salva, santifica y alimenta a los suyos entre tantas otras cosas. Satanás ha atentado contra las Sagradas Escrituras siempre, pero no pudiéndola destruirla, pues permanece para siempre (1 Pedro 1:25) Ha sembrado la duda en el corazón de los hombres, sobre su veracidad y sus cualidades. “Para que no crean y se salven” (Luca 8:12) Prueba de esto, es que muchos han sido dañados en su entendimiento, por frases tales como: “Nadie puede asegurar que la Biblia sea verdad”, o “La Biblia es Palabra de Dios, pero el hombre la manoseó mucho por lo tanto no todo lo que dice es cierto” o frases por el estilo que llevan a las almas a la perdición y confunden a los creyentes débiles en su fe.
Rechacemos firmemente todos estos pensamientos y recordemos: ¡Quien no cree en la Biblia, no le cree a Dios!
Pensamientos para reflexionar
