
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” (Juan 17:3)
En los países de tradición cristiana, es común ver que las personas, buscan y aceptan ciertas cosas de Dios, sin comprometerse verdaderamente.
Por ejemplo: La gente, recibe y reenvía mensajes cristianos, y eso, en un sentido, es positivo, porque el contacto con la Palabra de Dios, es lo que despierta el oído espiritual y conduce a la fe.
“La fe viene por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17)
Dios trabaja el corazón de las personas así, conduciéndolas a Jesucristo, porque a pesar de todo, aún necesitan recibir a Cristo como Salvador.
Estas personas, tienen buena disposición para acercarse a Dios como a algo supremo, pero, necesitan a Cristo, único camino para llegar al Padre. (Juan 14:6)
Cuando se encuentran frente al Salvador, se ven ante su verdadera necesidad. Ven a quien murió en la cruz llevando sus pecados. “a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre” (Romanos 3:25) Y ante él, nadie puede omitir el reconocimiento de la necesidad de la salvación.
Lamentablemente, muchos retroceden, y en vez de convertirse, y pasar de la muerte a la vida, buscan tranquilizarse con alguna forma de religión.
Es necesario que las personas que reconocen la existencia de Dios, acepten su testimonio, y reconociéndose pecadores, acepten a Cristo como único Salvador; sin quedarse a la mitad de camino.
Pensamientos para reflexionar