
Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. (Éxodo 12:26-27)
Los israelitas en Egipto tomaron el día diez del mes de Nisán, un cordero perfecto, sin tacha alguna, perfección que nos habla del Señor Jesús. El número diez habla de responsabilidad. El cordero aparece en escena cuando la responsabilidad del hombre estuvo completamente declarada, manifestando su estado de perdición. Jesús comenzó su ministerio cuando tenía treinta años (Lucas 3.23) edad de la plena responsabilidad para una manifestación divina 3X10
Cuatro días había que tener el cordero encerrado, y luego inmolarlo. Cuatro es el número que sugiere prueba, así Jesús, durante el tiempo de su ministerio, probó ser el único idóneo para ofrecerse cual sacrificio por nuestros pecados como el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
No solamente era cuestión de creer lo que había dicho Dios respecto al cordero, sino de comerlo, asimilándolo para sí mismo y por medio de su sangre ponerse al abrigo del juicio. Todos los que así lo hicieron fueron salvos, pues Dios había dicho: “Veré la sangre y pasaré de vosotros” (Éxodo 12:13)
El Apóstol Pablo escribiéndole a los Corintios dijo: “Nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7) ¡Qué maravilla! Cristo murió por nuestros pecados.
Pascua significa PASO, SALTO Y significa espiritualmente el paso por alto de Dios en juicio para todos aquellos que están bajo el amparo del sacrificio del cordero.
Pensamientos para reflexionar