“Todas vuestras cosas sean hechas con amor” (1 Corintios 16:14)
No hay fuerza mayor que la del amor.
Ni el odio más intenso puede contra el amor. A menudo fracasamos en cualquier ámbito de la vida por falta de amor. El amor derriba fortalezas.
No hay situación, enojo, enemistad, distanciamiento… que no pueda superarse abundando en amor. Lo que sucede, es que la mayoría de las veces, somos vencidos de lo malo, en lugar de vencer con el bien el mal. (Romanos 12:21)
Las cosas están mal en el mundo, sencillamente por falta de amor, porque: “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor” (Romanos 13:8,10) “porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”
Tenemos una descripción hermosa de lo que obra el amor, lo que hace y lo que no, en 1 Corintios cap. 13. Leámoslo y obremos en amor.
También en el reino de Dios el amor es todo. ¿Quién será el mejor evangelista? Aquel que tenga el mayor amor por Cristo y las almas perdidas.
¿Quién será el mejor pastor, para cuidar las ovejas del rebaño del Señor? Quien tenga el mayor amor por Cristo y los hermanos.
¿Quién será el mejor maestro de la Palabra? Aquel que tenga el mayor amor por Cristo y la doctrina
La prueba visible del mayor amor, la vemos en Cristo Jesús. (Romanos 5:8)
Pensamientos para reflexionar