LA FÁBULA DEL CABALLO (Parte 2)

“Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí” (Romanos 7:15-17)


La Biblia nos cuenta la historia de una joven pura, de familia creyente que, habiendo llegado con su familia a Siquen, salió a hacer una visita de cortesía para conocer a las otras jóvenes de lugar. (Génesis 34) Algo aparentemente normal para una joven que deseaba sociabilizar, tener amigas, etc. Pero, allí conoció a un joven que se sintió atraído por ella,  al cual,  podríamos decir, el diablo “le soltó el caballo” como en la fábula. Pues, el pobre joven le dio rienda suelta a sus bajos instintos y la deshonró. De allí en más, todo fue un caos. El joven y su familia, afligidos trataron de enmendar la falta, pero los hijos de Jacob, por medio de argucias y engaños, le dieron muerte a todos, haciéndose abominables ante la gente de aquellos sitios. 

¡Cuánto dolor! Realmente un pecado, lleva a otro y “es como quien suelta las aguas” (Proverbios 17:14) Lo que viene, quizás sea  irrefrenable…

No podemos decir que todo lo hace el diablo, aunque si podemos decir que él incita directa e indirectamente, utilizando todo cuanto tiene en su reino para que pequemos dando rienda suelta a  nuestra naturaleza. Y cuando esto pasa, no tratemos de justificarnos, sino de volvernos a Dios. Debemos arrepentirnos y confesar nuestros pecados ante el Señor.

Si somos sinceros, Dios nos perdonará en Cristo y eso  será como un antídoto que detendrá el mal.


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *