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“Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez desaparezca de en medio. Y entonces será revelado aquel inicuo… inicuo cuyo advenimiento es por la actuación de Satanás, con todo poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un espíritu engañoso, para que crean la mentira” (2 Tesalonicenses 2:7 al 11 RVR77)
El Señor prometió volver por los suyos (Juan 14:2) Todos aquellos que hayan creído en él como su Salvador, serán arrebatados para recibirlo en el aire (1 Tesalonicenses 4:17) Pero, los que hayan rechazado la gracia salvadora de Dios, se quedarán en esta tierra donde pasarán por cosas tremendas durante el periodo de gran tribulación.
Entre los que se queden habrá personas que no saben nada de Dios, pero habrá otros que sabrán muy bien, porque son hijos de creyentes, etc. Algunos se preguntan: ¿Cómo, quienes escucharon toda su vida que Cristo volvería por su iglesia, no relacionarán lo que escucharon desde niños con lo que estará sucediendo en la tierra y se convertirán? La Biblia no dice que no relacionarán, sino que habrá operando en ellos, un poder engañoso, para que crean a la mentira (2 Tesalonicenses 2:11)
¡Qué serio es esto! Hoy opera un espíritu que es el Espíritu Santo, convenciéndolos de pecado para llevar a las almas a Cristo. Pero luego, el Espíritu no seguirá así obrando para los que rechazaron, sino que habrá otro espíritu, que será de engaño, para que acepten las explicaciones que Satanás le dará a ese evento tan trascendental.
Por eso, todos deben saber que ahora es el momento oportuno para entregarse a Cristo y no deben desaprovecharlo. Nadie puede convertirse cuando quiera, ni por sí mismo, se necesita el trabajo divino en él.
Pensamientos para reflexionar
