TODOS QUEREMOS QUE LOS NUESTROS NO SUFRAN

“Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien” (Job 22:21)

“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)


Todos quisiéramos que a nuestros seres queridos les fuese bien. Todos sufrimos cuando vemos a los nuestros tropezar en la vida, lastimarse, equivocarse y pecar… Para que les vaya bien, solo hay un camino, deben entregar sus vidas a Cristo…

Lógicamente, quienes son de Cristo no están exentos de enfermarse, ni de sufrir en la tierra a causa del pecado, pero, con Cristo las cosas se sobrellevan de otra manera. Siguiendo al Señor, evitaremos muchos tropiezos y muchos dolores, y todo cuanto nos pase, lo sobrellevaremos con él,  “y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará nuestros corazones y nuestros pensamiento en Cristo Jesús” (Filipenses 4:7)

Sin Cristo es imposible que nos vaya bien. La Biblia dice: ¿Haremos males para que vengan bienes? (Romanos 3:8) Y debemos reconocer que los seres humanos, debido a la carne viciada por el pecado, seremos siempre inclinados al mal.

Todos deseamos tener un hogar feliz, una vida feliz, una familia feliz… Sin embargo, la carne nos incita a pecar ya desde antes de formar un hogar y si pecamos, lo echamos todo a perder. Lo mismo en el ámbito laboral, familiar o donde fuera… Solo quienes son de Cristo y viven conducidos por él,  podrán vencer y gustar de todas las bendiciones.

Por eso, antes que nada, si quieres que las cosas te salgan bien, entrégale tu vida a Cristo y camina en su voluntad.


Pensamientos para reflexionar

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