Todos los escritos“Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor” (Apocalipsis 14:13)
“Partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor” (Filipenses 1:23)
Alguien contó que una madre cristiana, en su lecho de muerte, recibió a sus hijos para despedirse. El hijo mayor ingresó en su cuarto, la madre le tomó la mano cariñosamente y le dijo: “Hijo mío, te amo, yo ya me voy con el Señor nuestro salvador. Mantente firme. Gracias por todo. Buenas noches mi amor, te veré en la mañana…
Así despidió a sus hijos uno tras otro. Hasta que pasó el menor. Y allí la madre, ya no dijo lo mismo. Sino: “Hijo mío, tu sabes cómo te amo y como te he cuidado por ser el menor. Pero, a ti debo decirte: Adiós hijo mío, me duele esta despedida, porque a ti no volveré a verte nunca más. Tú no quisiste recibir a Cristo como tu salvador y cambiar tu vida, porque preferiste vivir en el pecado. Hoy, yo me voy con el Señor, y tú, cuando mueras irás definitivamente a otro lugar, donde ni yo, ni Cristo estaremos, por eso me despido para siempre de ti, hijito de mi corazón…
El hijo, fundido en lágrimas, llorando junto a su madre, con la voz entrecortada dijo: ¡Oh no mamá! Tus palabras me hicieron reflexionar, y mientras hablabas, yo le abrí mi corazón a Cristo. Lo recibí como mi salvador también…
La madre entonces le dijo: Siendo así, ahora puedo marchar tranquila. Buenas noches mi amor, te veré en la mañana.
Pensamientos para reflexionar
