
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8)
“Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo” (Salmo 119:165)
“No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal” (Proverbios 4:27)
Vivir una vida tranquila y en paz es como preparar una gran comida. En la Biblia tenemos las enseñanzas y las directivas para que el ser humano viva feliz. Dios, primeramente lo llama al arrepentimiento para que reciba a Cristo como su Salvador personal y luego le enseña el camino que debe seguir. El hombre reconciliado con Dios que ande en obediencia a la Palabra comprobará que finalmente todo le saldrá bien y logrará ese objetivo (Josué 1:8) Aunque en el mundo tenga aflicción.
La Biblia tiene la receta y debemos prestarle mucha atención. Vivir es como estar cocinando algo muy elaborado. Se deben seguir fielmente las instrucciones. Si al cocinar, uno tiene todos los ingredientes, pero los cocina a su antojo, poniendo todos los ingredientes juntos sin seguir las recomendaciones, no logrará el objetivo deseado. Hay cosas que luego quizás se puedan comer pero otras serán incomibles, pues de un preparado así, puede salir cualquier cosa.
Así sucede en la vida. Hay quienes sin haber leído jamás las enseñanzas bíblicas procedieron en algunas cosas según el pensamiento de Dios y fueron bendecidos en eso. Y esas mismas personas en otras cosas se equivocaron, se adelantaron u omitieron el punto, e inevitablemente lo padecieron, pues así es la vida. Los que hacen la voluntad de Dios se evitan muchos males y disgustos. Por eso la vida hay que vivirla con Dios.
Pensamientos para reflexionar