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Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados (Rut 2:8,9)
Todos los hijos de Dios necesitamos alimentarnos de la Palabra de Dios. Necesitamos esa leche espiritual no adulterada (1 Pedro 2:2) Por esta razón, el enemigo de nuestras almas, siempre ha impedido que nos alimentemos como corresponde, pues sabe que por medio de la Palabra de Dios, las almas se salvan, se alimentan y se fortalecen en la fe para la gloria de Dios.
Sin embargo, debemos tener mucho cuidado, donde espigamos, tal como se le dijo a Rut.
Las cosas que están en el mundo le pertenecen al Diablo y él las utiliza. Por eso, debemos cuidarnos, aun cuando hacemos uso de cosas que nos son permitidas.
Internet, por ejemplo es un gran peligro. Nunca los creyentes tuvimos tanta enseñanza disponible, como hoy en día por medio del Internet. Pero, tampoco nunca, hubo tanto veneno mezclado para nuestro mal. Por tal motivo, recomendamos a los creyentes que tengan mucho cuidado con lo que leen, cuando buscan disipar sus dudas espirituales. Cuidado donde se meten, pues hay mucho error malintencionado dando vueltas. Hay que saber buscar, donde haya materiales sanos, de creyentes reconocidos por su fidelidad y doctrina que a la vez otros cristianos más experimentados puedan recomendarnos. No leer cualquier cosa, porque luego los errores quedan pegados, generan dudas, se retrasa el crecimiento y comienzan las disputas y el desaliento.
¡Cuidado donde espigáis! Busquemos aquello que es acorde a la sana doctrina.
Pensamientos para reflexionar
