
“No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije?” (Isaías 44:8)
“Porque es el tiempo de buscar al Señor, hasta que venga…” (Oseas 10:12)
El año 2020 sorprendió al mundo con algo que prácticamente nadie imaginaba. Hubo noticias de un virus peligroso que se expandiría y traería grandes complicaciones, pero, como ante todo anuncio, uno siempre piensa que eso sucederá en otros lados, que le pasara a otros…
Pero lo que se anunciaba llegó. Y hoy en el mundo se oye decir: Nadie realmente pensó que la vida iba a cambiar así. No imaginaba que íbamos a estar viviendo lo que vivimos… Sin embargo, sucedió.
Esto hace pensar en algo más solemne, como lo es la actitud que se toma frente a la eternidad. La actitud que se toma ante el mensaje del evangelio.
La mayoría escuchó alguna vez que ahora es el momento de ponerse a cuentas con Dios, que pronto Jesús volverá a buscar a los suyos y luego será demasiado tarde. La gente también sabe que en cualquier momento puede cerrar los ojos en este mundo para abrirlos en el más allá, donde tendrá que comparecer ante Dios, y sin embargo, prefieren no pensar en ello.
Conscientes o no, lo que ha de suceder sucederá, y realmente será terrible encontrarse en esa situación, sorprendido, sin haberse reconciliado con Dios.
Hoy, se presenta aún la salvación en Cristo Jesús, Y todo aquel que lo escucha, debe creerle a Dios y recibir a Cristo como Salvador. Luego, será demasiado tarde.
Pensamientos para reflexionar