“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah” (Salmo 62:8)
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4:6,7)
Cuando se le preguntaba a una persona que había estado mucho tiempo preso, como había hecho para soportarlo, generalmente decía el antiguo dicho: “viviéndolo un día a la vez” …
En esas palabras hay sabiduría, pues no podemos ni debemos hacer más que eso. Vivir un día a la vez. Ayer, ya pasó. El mañana quizá nunca llegue, pero el momento presente es lo que tenemos y no podemos desperdiciarlo sufriendo por el ayer, ni afanándonos por el futuro. El mañana no nos pertenece (Santiago 4:14) Debemos vivir disfrutando lo que tenemos. “contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13:5)
La única provisión a futuro que Dios espera del hombre es que esté preparado para cuando le toque ir a su encuentro (Amos 4:12) y esto, creyendo en Cristo como su Salvador ahora que está en vida. Lo demás, el Señor lo proveerá en su momento.
Siempre el día de mañana traerá su afán y basta a cada día su propio mal” (Mateo 5:34) Pero también, siempre serán nuevas las misericordias del Señor cada día sobre nosotros (Lamentaciones 3:22)
Pidamos sabiduría para vivir un día a la vez. Sin afanarnos desmedidamente, puestos los ojos en Jesús que es el autor de nuestra fe, y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, sin que nos esforcemos, guardará nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús.
Pensamientos para reflexionar