“Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2: 11-13)
La Biblia dice que la gracia de Dios se manifestó para salvación… Esto quiere decir que la gracia se hizo manifiesta, palpable, visible en alguien que vino desde los cielos con una misión salvadora, para poder morir por nuestros pecados: nuestro Señor Jesucristo.
También nos dice que esa gracia no solamente salva, sino que también enseña. Y justamente, nos enseña a vivir en este tiempo, justa, sobria, y piadosamente. Siendo esto una manifestación del Espíritu EN NOSOTROS, HACIA LOS OTROS, Y PARA CON DIOS
SOBRIA. La sobriedad si bien es algo que nos hace conducir moderada y discretamente, y esto se nota, es algo primeramente interior. Una virtud que se manifiesta primeramente en nosotros.
JUSTA. Una persona justa, vive justamente, haciendo lo que es debido, con una justicia en el sentido práctico que todos notan y que beneficia a los otros.
PIADOSAMENTE. Es la manifestación del Espíritu que nos hace vivir esa relación con Dios, llamada piedad. Por eso se manifiesta primeramente para con Dios.
Por eso, un cristiano que ha sido redimido por la gracia de Dios, no puede obrar de manera injusta. No puede estar falto de sobriedad en todo a cuanto hace a su persona, sino que se conduce discretamente, sin llamar la atención, moderado en todo, y de forma piadosa. Es decir, separado de todo aquello en lo cual su Dios y Señor no pueden participar.
Pensamientos para reflexionar