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Hay una pregunta que se ha formulado muchas veces y es la siguiente: ¿Qué significa bautizarse por los muertos, según 1 Corintios 15:29?
Con respecto a este tema se han dado muchas explicaciones, ya que la imaginación del hombre es inagotable. Pero también, referente al pasaje muchos dicen no haber escuchado nunca una interpretación, pues al parecer es un tema controversial. En realidad, como toda porción de la Palabra de Dios, tiene un significado profundo y como todo pasaje requiere que el Espíritu Santo ilumine la mente para poder comprender el pensamiento de Dios. Pero, no debemos olvidar que ese versículo forma parte de aquellas cosas que Dios ha querido decirnos, y que no son porciones secretas, sino verdades reveladas para nosotros que contribuyen a nuestra edificación espiritual.
Algunos han escuchado que esta porción de bautizarse por los muertos, era una práctica que se realizaba bautizándose por aquellos que en vida no habían llegado a dar ese paso. Entonces, personas cercanas a aquellos que habían muerto, pasaban por las aguas del bautismo en su nombre. Y Dios, debido a eso, consideraba a los muertos no bautizados, ahora completos para poder bendecirlos en su presencia. De más está decir que esto no tiene ningún sustento bíblico y que es un pensamiento contrario a toda la enseñanza de Dios referente al tema.
Para comprender el pensamiento de Dios al respecto, debemos entender primeramente lo que dice el párrafo completo, considerar el contexto, el tema que viene desarrollando y luego entonces interpretar el porqué.
Leyendo ese capítulo sin ninguna idea preconciba que incline nuestros pensamientos, veremos que allí se trata el tema fundamental para la fe cristiana de la resurrección de Jesucristo. La resurrección es una verdad capital que manifiesta la aceptación de Dios ante el sacrificio ofrecido por Cristo, cuando se presentó como un holocausto perfecto, y ofrenda por el pecado. Entregándose como “Ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2)
En ese capítulo nos habla de Cristo como las primicias de los que durmieron. (1 Corintios 15:20) Las primicias eran la primera porción de una cosecha que los israelitas debían presentarle a Dios. Cristo, es el primer fruto de la resurrección, pues fue el primero en resucitar para nunca más morir. Luego de Cristo resucitarán los creyentes. “Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida” (1 Corintios 15:23) Y luego de esas fases de forman parte de la primera resurrección, vendrá el momento cuando entregue el reino al Padre. Aclarándosenos que el postrer enemigo que será destruido será la muerte. (1 Corintios 15:26) Con estas declaraciones, comprendemos bien como la muerte ha sido vencida, pero no destruida aún, por eso, aún sigue cobrando vidas y esto hasta el momento final que se menciona en este pasaje.
Teniendo en cuenta que la muerte es una realidad y que, por medio de la muerte, iban partiendo de la escena de este mundo muchos creyentes todos los días, sobre todo por las persecuciones que estaba sufriendo la fe cristiana, es lógica la reflexión del apóstol Pablo cuando dice en forma de pregunta: “Si los muertos no resucitarán, ¿qué harán entonces los que se bautizan por los muertos? ¿Por qué, pues, se bautizan por los muertos? ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?” (1 Corintios 15:29,30) Cómo diciendo. ¿De qué vale que suframos y peligremos cada día perder la vida, si la persecución nos podría alcanzar y quedaríamos privados de todo lo que esperamos? Y allí encaja la mención de los que se bautizan por los muertos también. Aquí que llegamos al punto, lo primero que tenemos que tener presente es que bautismo, significa inmersión o sumergirse, en el sentido de introducirse. Por eso nos bautizamos en las aguas (Hechos 8:36) y por ello se habla por otro lado del bautismo del Espíritu Santo por el cual, todos los creyentes renacidos, fuimos introducidos en un cuerpo, el Cuerpo de Cristo que es su Iglesia (1 Corintios 12:13). Los que se bautizaban por los muertos, eran aquellos que aun viendo que cada día la persecución violenta quitaba de en medio de las filas del testimonio cristiano a los creyentes martirizándolos, ellos aceptaban a Cristo, sabiendo que la muerte no los podía separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús (Romanos 8:38,39) Y pasaban de esa manera, a ocupar el lugar en las filas del testimonio viviente sobre la tierra de los que habían muerto.
Por lo tanto, bautizarse por los muertos, no es pasar por las aguas en nombre de algún muerto para que les sea acreditado algún beneficio espiritual. Eso sería absurdo. Bautizarse por los muertos, o en el lugar de los muertos, es enrolarse y pasar a ocupar su lugar inmerso en las filas del testimonio de Cristo en la tierra, para lo cual, y teniendo en cuenta la muerte que se infringía a los creyentes, requería tener la plena certeza de la resurrección.
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