“Porque algunos hombres han entrado encubiertamente… que mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda” (Judas 1.9)
A los cristianos se nos dice que debemos reprender ciertas cosas, y que debemos ser “entendidos de cuál sea la voluntad del Señor” (Efesios 5.17)
Cuando se habla de reprender, algunos, en lo primero que piensan es en reprender a Satanás. Pero en realidad, no hay ninguna directiva divina para que la iglesia salga a reprender al diablo y sus ángeles.
La Biblia dice: “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Efesios 5:11) Aquí tenemos algo para reprender.
¿Cuáles son las obras infructuosas de las tinieblas? Podríamos citar muchas cosas, pero para evitar ofensas y excusas, mejor es que cada uno las pueda discernir analizando esto:
La Biblia dice que esas obras son infructuosas: Esto significa, que no son de utilidad ni producen frutos. Y que son de las tinieblas: Es decir, procedentes del príncipe de las tinieblas que es satanás, el cual tiene el dominio del mundo y de las cosas que están en el mundo. (Juan 14:30)
Por lo tanto, cuando un cristiano recibe una invitación, o siente deseos de asistir a ciertos lugares, No debe preguntarse: ¿Qué mal hay en eso? Sino mejor: ¿Lo que haré, o donde iré, será algo fructífero en mi vida espiritual? ¿Será para la gloria de Dios? ¿Es algo que proviene del Padre o del mundo? De esa manera se dará cuenta y no pondrá excusas.
Pensamientos para reflexionar