
Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo,
sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio (Tito 3:10,11)
El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de caminos pervertidos lo menosprecia (Proverbios 14:2)
La Biblia nos habla de pervertidos, en el sentido moral y humano, espiritual, religioso, etc. (Romanos 1:25-32, Tito 3:11, Gálatas 1:7)
Pervertir, es verter en otro lado. Perturbar el orden de las cosas. Cambiar las cosas de lugar. Corromper…
Por esa causa la Biblia nos muestra que el hombre se ha pervertido totalmente a causa del pecado. El hombre creado por Dios tiene facultades maravillosas, pues ha sido hecho a la imagen y semejanza de Dios. Sin embargo, no vive bien, pues el pecado lo ha corrompido. Lo ha confundido de tal manera que le ha cambiado el sentido a las cosas, vertiendo en otro lugar, en el incorrecto. Esto lo manifiesta claramente en su comportamiento. El hombre inconverso, dominado por su pecado, busca el bien en el placer, y no el placer en el bien. Eso es verter en otro lugar. Cree que es libre cuando puede darle rienda suelta a las concupiscencias que lo esclavizan, confundiendo el principio de libertad. Pues libre no es el que hace lo quiere, sino quien puede hacer lo que debe. Vivir no sabe, pero quiere hacerlo de manera independiente de Dios cortando toda ligadura (Salmo 2:3,4)
Por eso, debido a su perversión, necesita, no solo que Dios lo llame al arrepentimiento, sino que trabaje en su ser interior, redarguyéndolo de pecado, para que pueda recapacitar, sentir su perdición y recibir a Cristo como Salvador.
Pensamientos para reflexionar