“Orad sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17)
“Esperad en él en todo tiempo…Derramad delante de él vuestro corazón; Dios es nuestro refugio. Selah” (Salmo 62:8)
“Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello” (Efesios 6:18)
La Biblia habla acerca de la oración y como son convenientes los momentos de soledad y tranquilidad para llevarla a cabo (Mateo 6:6) pero también nos insta a orar sin cesar (1 Tesalonicenses 5:17) ¿Cómo debemos interpretar tal recomendación?
Al decirnos orar sin cesar, y no en un momento determinado del día, es para que lo hagamos en todo momento y lugar.
¿Se puede orar en todo momento y lugar? Sí. Y para eso debemos entender que además de los momentos que tengamos especialmente apartados para orar, debemos estar durante todo el día en comunicación con Dios. Lógicamente, no podremos a veces, arrodillarnos, etc. pero en nuestra mente estaremos hablando con nuestro Dios, preguntándole las cosas, pidiéndole, agradeciéndole, contándole todo…
A muchos puede parecerle extraño una forma de orar así, porque lo que más conocen de la oración es el aspecto de las peticiones. Entonces oran mucho, pero, solamente pidiendo cosas. La oración es mucho más que eso.
Además, no debemos orar y desconectarnos, como quien ya cumplió, poniendo todo en manos de Dios. Dios quiere disfrutar con nosotros una comunicación que no sea un monólogo, por eso debemos orar y estar pendientes a la respuesta que vendrá por medio de la palabra al leerla o escucharla, a través de un recuerdo de la misma que venga a nuestra mente o de alguna circunstancia que nos haga pensar.
La oración es la respiración del alma.
Pensamientos para reflexionar
