“Como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20)
“Creed en el Señor vuestro Dios, y estaréis seguros” (2 Crónicas 20:20)
“Arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1:15)
La Biblia presenta claramente el estado del hombre.
Nacemos con el pecado en nosotros, como algo heredado de nuestros padres; y éste se manifiesta en nuestros pensamientos y acciones a medida que vamos creciendo.
A esta calamidad nadie escapa. “Porque no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque” (Eclesiastés 7:20)
Pero, también la Biblia declara que Dios ha provisto la salvación. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16)
Quienes no reciben en su corazón a Jesucristo como Salvador, están perdidos. “Porque el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36)
Considerando estas cosas, es notable ver, como, si se ofreciera hoy una vacuna eficaz y gratuita contra todas las enfermedades, nadie seguiría tranquilamente en sus asuntos hasta garantizarse que se la aplicaran; pero, se presenta la cura a un problema mayor, como lo es la salvación eterna, y muchos lo dejan para más tarde o lo escuchan insensiblemente.
Así como nadie se iría sin tener la seguridad de su inmunidad, nadie puede seguir viviendo sin la seguridad de su Salvación, y para tenerla, se debe ya mismo aceptar a Cristo como Salvador.
¡Ahora es el momento!
Pensamientos para reflexionar