“No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra” (Proverbios 24:29)
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor” (Romanos 12:19)
Hay una frase muy conocida que dice lo siguiente: “Ni olvido, ni perdón…” La frase en sí, podemos decir, es una frase totalmente anticristiana.
Los cristianos somos llamados a amar incluso a nuestros enemigos. (Mateo 5:43,44) A amar y a perdonar, así como hemos sido perdonados (Efesios 4:32) Porque somos hijos de un Dios de amor que perdona y olvida. (Hebreos 8:12) Y que si bien disciplina y castiga la maldad (Isaías 13:11) No deja de gozarse en hacer misericordia porque se duele en el castigo (Joel 2:13)
Es algo muy serio cerrarse en el castigo, confundiendo hacer justicia con venganza. Primeramente, Porque el Señor no quiere que seamos vengativos. (Romanos 12:19) Segundo, porque con la misma vara que medimos se nos volverá a medir (Lucas 6:38) Y “juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia” (Santiago 2:13) Y tercero, porque el hombre se alimenta de lo que ama. Aquel que odia, se alimenta del odio. Y una vez que se venga, tampoco es feliz, porque debe buscar, otro motivo, u otra causa para odiar y seguir alimentándose.
Quien viva con esos sentimientos de odio y falta de perdón, debe buscar imperativamente a Cristo. Debe dejarse conducir hasta sus pies y recibirlo como salvador. Cristo es el único que podrá cambiar sus pensamientos, y con el amor de Dios en su corazón (Romanos 5:5) podrá amar como Dios ama.
Pensamientos para reflexionar