“Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará” (Hebreos 10:37)
El apóstol Pablo expresa en el final de su primera carta a los Corintios “Maranatha” que significa: El Señor viene (1 Corintios 16:22)
La venida del Señor es llamada también: “La esperanza bienaventurada” (Tito 2:13) una esperanza muy influyente, porque: “todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:3)
Los creyentes siempre han tenido la esperanza de la venida del Señor.
Para comprender mejor los tiempos de Dios, a esa venida, la podríamos dividir primeramente en tres etapas fundamentales.
La venida del Señor, A LOS SUYOS, POR LOS SUYOS, Y CON LOS SUYOS.
A LOS SUYOS, cuando “llegado el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer…” (Gálatas 4:4)
Venida en gracia, para ofrecerse como sacrifico por el pecado, para la salvación de todo aquel que cree.
POR LOS SUYOS: Cuando como lo prometió, se cumpla la promesa “vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Juan 14:3)
Esa venida, es la que llamamos rapto, o arrebatamiento de la Iglesia. (1 Corintios 15:51,52) (1 Tesalonicenses 4:16,17)
Y CON LOS SUYOS: Su venida en gloria, cuando se manifieste y venga a establecer su reino; y nosotros que previamente fuimos arrebatados, vendremos juntamente con él. (Zacarías 14:5, 1 Tesalonicenses 3:13, Judas 14)
Pensamientos para reflexionar