“Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: …Tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco” (Apocalipsis 2:6)
“Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: … también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” (Apocalipsis 2:15)
La Biblia menciona a las obras y la doctrina de los Nicolaítas. No se sabe mucho acerca de quienes eran los Nicolaítas, aunque obviamente formaban una secta que hacía cosas desaprobadas por Dios, y que no solamente las hacían, sino que luego eso malo se transformó en doctrina, es decir en enseñanzas, cosas que ellos particularmente les enseñarían a las personas alejándolos de la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo, dada por los apóstoles. (2 Pedro 3:2)
Aparentemente serían seguidores de algún líder llamado Nicolás, lo cual utilizó el Espíritu de Dios, para hacer mención de eso en dos cartas proféticas y hablarnos mucho más allá de lo literalmente se ve.
Si el Señor nos dice de su aborrecimiento hacia ello, y esto en dos oportunidades, es señal que hay algo significativo.
La palabra Nicolaítas, significa algo así como sojuzgador del pueblo. Se relaciona con Nicolás, que tiene su origen en victoria y Laos = pueblo. De allí la interpretación vencedor o sojuzgador del pueblo que hace pensar particularmente en el Clericalismo. Cosa que Dios aborrece, porque divide a los salvos en Clérigos y Laicos. Al parecer los nicolaítas fueron gente que estuvieron sometiendo o reprimiendo a los laicos (la masa del pueblo cristiano) y enseñoreándose indebidamente de ellos. Algo que el Señor aborrece, ya que eso no es lo que Dios pensó para la Iglesia de Cristo.
Pensamientos para reflexionar