Todos los escritos
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él” (Jeremías 6:16)
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20)
“Para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad” (1 Timoteo 3:15)
Hoy las cosas han cambiado, los cristianos formaron cleros, y actúan conducidos por otros que elaboran y autorizan listas de participación para las reuniones, o los califican para los servicios, dejando de lado, al utilizar esos métodos, la dirección del Espíritu Santo que fue lo instituido por Dios para dirigir en su Iglesia.
A pesar de eso, el Señor sigue salvando almas, aunque en muchos lugares fue desplazado, y el hombre pasó a ocupar su lugar.
Hoy todo es distinto a como ha sido desde el comienzo, debido a que la exposición de la Palabra de Dios encontró cada vez menos lugar en las congregaciones.
¿Qué hacer en este estado de cosas? ¿Innovar utilizando otros métodos?
La única innovación que Dios espera de los suyos, es que se vuelvan a las Escrituras. Y que se congreguen en torno al Señor como ha sido desde el principio (Mateo 18:20)
Si los apóstoles resucitaran y nos vieran, harían como en Éfeso, una gran fogata y quemarían allí todos los libros de liturgia, títulos apostólicos, pastorales y de liderazgo, para que la iglesia volviera a verse en aquella “simplicidad que es en Cristo” (2 Corintios 11:3 RVR1909) Testificando que es un cuerpo, cuya cabeza es Cristo y no el hombre. Un rebaño que tiene por pastor a Cristo (Juan 10:16) a pesar de que él siga dando dones para pastorear en la Iglesia.
Pensamientos para reflexionar
