JUDAS ISCARIOTE (Parte II)

“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios” (Romanos 2:5)

“Mirad… que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo” (Hebreos 3:12)


Judas tuvo grandes privilegios y vio cosas que pocos vieron. Si la fe para salvación se produjera por ver milagros Judas hubiera estado entre los primeros fieles.

Judas fue iluminado, fue partícipe del Espíritu Santo y gustó los poderes del siglo venidero… (Hebreos 6:4,5) pero nunca fue ganado por Cristo. Su corazón no recibió la Palabra ni dejó actuar al Espíritu para vida eterna. Su corazón estaba lleno de codicias necias y dañosas y el diablo lo supo.

Así fue entrando suavemente (Proverbios 23:31) en un camino que lo llevó finalmente a su perdición.

Judas, gozó el privilegio de tener la bolsa del grupo y de actuar como un tesorero, desde donde sustraía lo que se echaba en ella” pensando que nadie lo notaba (Juan 12:6)

Mediante esos pequeños hurtos, el diablo lo fue cebando, y llenando su corazón de amor al dinero.  El diablo lo fue preparando hasta el momento en el que lo vio listo, y fue, y lo habitó. “Entró Satanás en Judas”, y este procedió de la forma más pérfida y ruin, acordando entregar al Señor.  (Lucas 22:3)

La vida de Judas es muy aleccionadora. Muestra como una persona puede estar en un ambiente santo, con personas santas, “sirviendo al Señor”, y tener un corazón lleno de codicias, completamente vacío de Cristo; y no por haber nacido predestinado para eso, sino por cerrarle su corazón a Cristo.


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *