JESÚS ES NUESTRO PASTOR


“Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas” (Juan 10:10)

 

“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno” (Hebreos 13:20)

 

“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria” (1 Pedro 5:4)


Los creyentes somos asemejados a un rebaño de ovejas cuyo pastor es el Señor Jesucristo.

La Biblia nos habla del Señor Jesús como el buen pastor, haciéndonos ver que él únicamente puede llevar ese nombre, y no ninguno de los otros líderes religiosos que había en Israel, porque él dio su vida por las ovejas.

La Biblia menciona también al Señor Jesús como el gran pastor de las ovejas, resucitado de entre los muertos.  Como gran pastor, resucitado, cuida especialmente de sus ovejas, a las cuales les dio vida eterna, garantizándoles que no perecerán jamás (Juan 10:28) Dotando también a algunos creyentes de su amor y sus cualidades para que como sub pastores se ocupen de apacentar su rebaño mientras él nos guarda desde los cielos.

Y también, encontramos al Señor como el Príncipe de los pastores, aquel que habiendo utilizado a sub pastores para cuidar de lo suyo, vendrá y galardonará el trabajo fiel que hicieron los suyos, cuidando de sus ovejas y sus corderos.

Estos aspectos del pastorado de Cristo, los vemos reflejados en lo que nos presentan los salmos 22, 23 y 24.

Salmo 22 El buen pastor da su vida por las ovejas.

Salmo 23 El gran Pastor de las ovejas cuida de sus ovejas para que nada les falte.

Salmo 24 El Príncipe de los Pastores vuelve como Rey de gloria a galardonar a los suyos.


Pensamientos para reflexionar

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