“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1 Juan 3:1)
La Biblia nos presenta a Dios como creador, y en ese sentido tiene una paternidad sobre todas las cosas. Por eso, en el Antiguo testamento, se menciona a los ángeles, como hijos de Dios (Job 1:6, 2:1 – 38:7) Y en Hebreos cap. 12:9 se presenta a Dios como “Padre de los espíritus” Pues, es el padre u origen de todos los que son espíritu o tienen espíritu. Esto incluye a los ángeles, “espíritus ministradores” (Hebreos 1:7 y 14) y al hombre (Job 32:8)
Con la entrada del pecado todo se vio trastornado, pero, Dios en su gracia, da la potestad, o, el derecho de ser llamados hijos de Dios, a aquellos que recibieron al Señor como su Salvador personal. A los cuales hizo renacer, y adoptó como suyos; ya que no es la iglesia la que da vida, ni los predicadores, ni las buenas acciones; sino que los hijos, son nacidos de Dios (Juan 1:12,13)
De los hijos se dice: “sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gálatas 3:26) “habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo” (Efesios 1:5)
Decir que todos los hombres son hijos de Dios, no es justo. Todos, son criaturas (creación) de Dios, pues existen, debido al acto creativo de Dios, pero, ser hijos, es el derecho adquirido por haber recibido a Cristo y nacido de nuevo.
Pensamientos para reflexionar