Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio de la creación (2 Pedro 3:3,4)
“Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma” (Hebreos 10:37,38)
La Biblia nos habla de cosas que han acontecido, de cosas actuales y de cosas venideras. Los creyentes esperamos la venida del Señor porque él así lo prometió (Juan 14: 3)
Para la gente que no quiere creer, para los burladores y demás, las cosas siempre han sido como son ahora, y dicen: Siempre se dijo que el Señor vendría, pero: ¿Dónde está el cumplimiento de esa promesa?
“El Señor no retarda su promesa… sino que es paciente … no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9) Muy pronto esa promesa se cumplirá, El regreso del Señor es inminente.
Dios habló anticipadamente de muchas cosas, y todo se cumplió tal como Dios lo dijo en su Palabra. Ahora, lo próximo a cumplirse en el programa profético de Dios es el rapto de la Iglesia, por eso, decimos que su regreso es inminente.
Hay cosas inminentes: Una es la muerte, porque puede producirse en cualquier momento, y nadie sabe cuándo, ni lo puede posponer. Otra cosa inminente es la venida del Señor por su Iglesia, lo cual no requiere de señales ni de nada para cumplirse.
Jesús vendrá a buscar a los suyos y los llevará consigo. Cabe entonces preguntar: ¿Está usted seguro de que irá al cielo con el Señor? Sino lo está, no deje pasar este momento. Reciba a Cristo como salvador.
Pensamientos para reflexionar