ENGAÑOSO ES EL CORAZÓN

“Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus caminos” (Isaías 45:13)


La Biblia  presenta al hombre como un ser con espíritu, alma y cuerpo (1 Tesalonicenses 5:23)

El espíritu y el alma, son la parte inmaterial, y el cuerpo, la parte material del ser. Sin embargo, también se nos habla del corazón, y no como el órgano central de la circulación de la sangre, sino como lo que abarca todo lo que está en nuestro interior: Sentimientos,  emociones, intelecto, voluntad…

Jeremías 17:9 dice: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso…” Es maravilloso ver la grandeza de la Palabra de Dios. En hebreo, la palabra “engañoso” significa entre otras cosas: Torcido, chueco. Y perverso, significa: Incurable

Cuando pensamos en el hombre y en los efectos del pecado en su entorno, debemos saber que una de las acepciones de la palabra PECADO, es: FALLAR EL BLANCO.

Esto nos lleva a pensar: ¿Cómo dar en el blanco, si nuestros pensamientos, intenciones, afectos y demás emociones están torcidas, porque, por naturaleza así es nuestro corazón? Un arma con la mira o el caño desviado, no da en el blanco.

El hombre se cansa de fallar, de equivocarse, de hacer malas experiencias, y eso, solo cambia, cuando recibe a Cristo como Salvador. Allí Dios dice: Os daré corazón nuevo (Ezequiel 36:26)

Solamente Dios es el que transforma la vida de las personas y las endereza, cambiando sus corazones.


Pensamientos para reflexionar

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