¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén. (Romanos 11:33-36)
Dios dice claramente en su Palabra: “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios” (Efesios 2:8) Lo que significa que la salvación, es plenamente de Dios, dejando fuera toda pretensión del hombre de haber contribuido con algo.
Nos dice que es por gracia, “Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia” (Romanos 11:6)
Gracia: significa favor, regalo, don no merecido… Y Dios en su amor quiso que así fuera, por eso envió a su Hijo desde los cielos para que muriera pagando por nuestros pecados. Una vez satisfecho en su justicia y su juicio, ahora adjudica esa justicia de Cristo a quienes creen en él para salvación. Para ser salvo, obviamente hay que creer. La fe no es algo inherente en el hombre, sino que es algo que se produce en nosotros, debido a un trabajo divino que nos lleva a confiar en Jesús como salvador.
Por eso dice: “Y esto, no de vosotros, pues es don de de Dios” La palabra gracia y fe, son femeninas, pero en el versículo se utiliza el pronombre demostrativo “esto” que es neutro, porque allí se está refiriendo a la salvación, la gracia, y la fe . Y todo proviene de Dios. “para que “El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Corintios 1:31)
Pensamientos para reflexionar