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“Ha dicho Jehová: He aquí que yo destruyo a los que edifiqué, y arranco a los que planté, y a toda esta tierra. ¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, ha dicho Jehová; pero a ti te daré tu vida por botín…” (Jeremías 45:4,5)
La Biblia habla claramente sobre los tiempos. Tiempos de guerra y tiempos de paz. Tiempos de bonanza y tiempos donde todo está próximo a hacer destruido. Los creyentes debemos vivir acordes a esos tiempos.
Jeremías vivió en tiempos de angustia, profetizando lo que la gente no quería oír hasta que Judá fue llevada a la cautividad Babilónica. Jeremías tenía un amigo, el escriba llamado Baruc, al cual le tenía que dar el mensaje para que no se desanimara ni buscara grandezas, sino que se contentara con que su vida le sería concedida como botín, porque eran tiempos donde Dios se estaría pronunciando en juicio y trayendo mal sobre toda carne,
Este pasaje nos deja una gran enseñanza. Nosotros también vivimos tiempos difíciles, los tiempos finales de la Iglesia en la tierra. La venida del Señor es inminente y luego de eso, los tiempos terribles de juicio para esta tierra. Al pensar en lo que se avecina, los creyentes no podemos vivir con los mismos afanes y en la despreocupación del mundo, buscando grandezas.
La Biblia dice: “Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir!” (2 Pedro 3:11),
No debemos rendir nuestras vidas ante el altar de las riquezas, sino que debemos vivir glorificando su Nombre y ganando almas para Cristo. Recordando siempre lo que se le dijo a Baruc.
Pensamientos para reflexionar
