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“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo” (1 Timoteo 2:5,6)
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3:16)
“Esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen” (1 Timoteo 4:10)
Algunas personas, basándose en este versículo, enseñan una falsa doctrina en cuanto a la salvación. Aseveran que hay una salvación universal para todos los seres humanos, sean creyentes o no.
Los cristianos sabemos que esa es una enseñanza errónea, sin embargo, tenemos este versículo que debemos interpretar bien.
Primeramente, debemos recordar que la Biblia enseña por medio de muchísimos textos que la salvación es por gracia, mediante la fe. (Efesios 2:8) y jamás universal, pues es “para que todo aquel que en él (en Jesús) cree, no se pierda más tenga vida eterna” (Juan 3:16) Es decir que no se puede enseñar lo contrario, basándose solamente en un versículo que aparentemente dice lo que pueden acomodar a su pensamiento, negando la enseñanza del resto de las Escrituras.
La Salvación que ofrece Dios en Cristo, tiene un alcance universal, en el sentido que abarca a todos los que quisieran apropiarse de ella mediante la fe, creyendo a Cristo como su salvador. Jesús no murió solamente por algunos elegidos, sino por todos (Hebreos 2:9), pues, potencialmente, la obra llevada a cabo en la cruz del calvario es suficiente para que Dios perdone a todos los pecadores. Sin embargo, esta salvación es únicamente efectiva, en aquellos que reciben a Jesucristo. (Hechos 16:31)
(Continuará)
Pensamientos para reflexionar
