“El profeta que tuviere la presunción de hablar palabra en mi nombre, a quien yo no le haya mandado hablar, o que hablare en nombre de dioses ajenos, el tal profeta morirá” (Deuteronomio 18:20)
“En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios” (Deuteronomio 13:4,5)
Dios debe ser amado y honrado de la manera que él lo estableció, no de la forma que al hombre le parezca mejor. Honrar a Dios y adorarle, requiere un corazón amante, obediente a su Palabra y con temor reverente. Sino se dirá: “Este pueblo de labios me honra; más su corazón está lejos de mí” (Mateo 15:8)
Hoy, como ayer, el Señor permite que circulen falsas enseñanzas, pero ¡Cuidado! Debemos desecharlas, tanto en la Asamblea como en nuestra vida particular. Desechar el engaño, es guardarse dentro de la sana doctrina, cerrando los oídos a toda voz extraña. Por eso: ¡Cuidado con lo que circula por Internet! YouTube, Tick Tock, contienen de todo. Se puede encontrar algo bueno, como estar consumiendo veneno para el alma y el espíritu. Son plataformas a través de las cuales la gente sube cosas para obtener ingresos y beneficios, y nadie es sancionado allí por decir falsedades y mentiras contra Dios y la doctrina. Recordemos siempre: “Que Dios os está probando, para ver si le amáis o no” (Deuteronomio 13:3) No prestemos oídos a lo que circula por esos medios, a no ser que tengamos la certeza de que es un ministerio sano que conozcamos, o que alguien de confianza nos lo recomiende. No espiguemos en otros campos. Si no, no solo estará pecando quien hable mentiras, sino también nosotros por estar buscando llenarnos con otras cosas.
Pensamientos para reflexionar