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Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa, vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo. Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado” (1 Pedro 2:4-6)
El apóstol Pablo presenta a la Iglesia del Señor como un edificio. (1 Pedro 2:5) Una casa espiritual que forman todos los creyentes nacidos de nuevo, como si fueran piedras. En aquel tiempo se construía con piedras y todos comprendían la metáfora. Las piedras eran sacadas en una cantera y luego de trabajarlas iban siendo insertadas en el edificio.
La iglesia es la Casa de Dios (1 Timoteo 3:15) Pues Dios habita entre los suyos que como piedras vivas conforman el edificio. Cada hijo de Dios, tiene esta particularidad: Tiene la vida. “Dios nos ha dado vida eterna y esa vida está en su Hijo” (1 Juan 5.11) No somos piedras inertes, sino vivas, vinculados a Cristo, acercados a él. Que es la Piedra del ángulo.
La piedra del ángulo era la piedra principal. La que se colocaba como base para llevar el lineamiento correcto, la escuadra perfecta. Cristo es el verdadero fundamento de la iglesia, la piedra angular, y no, el Papa, ni ningún otro, como muchas veces han enseñado los hombres. (Véase 1 Corintios 3:10,11) La piedra que los edificadores de Israel, es decir los líderes religiosos que tenían que edificar al pueblo desecharon, pero que Dios ha puesto en Sion. (1 Pedro 2:6)
¿Por qué en Sion y no en Sinaí que también era un monte? Porque Sinaí es el monte de la ley, y Sion nos habla de la gracia.
Continúa en la parte (2)
Pensamientos para reflexionar
