CRISTO, LA LUZ Y EL CAMINO

“El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció” (Mateo 4:16)

“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:19)

 “Jesús dijo: Y no queréis venir a mí para que tengáis vida” (Juan 5:40)


La Biblia nos muestra el triste estado del hombre. Cuando Cristo caminó en esta tierra, “La luz verdadera que alumbra a todo hombre había venido a este mundo” (Juan 1:9) Sin embargo, los hombres estaban tan entenebrecidos que necesitaron que alguien viniese para darles testimonio de la luz. (Juan 1:7) Por eso Dios envió primeramente a Juan el bautista para que les testificara y pudieran reconocerlo.

Él se presentó diciendo: Yo soy el camino, y la verdad y la vida, nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14.6) Pero los hombres, a pesar de tener el camino enfrente suyo no lo discernieron ni fueron instados a andar por él. Debido a esto es que Jesús dijo: “Nadie puede venir a mí si el Padre que me envío no lo trajere” (Juan 6:44)

El hombre por sí mismo no busca a Dios, ni encuentra el camino, pero Dios por su Espíritu lo ilumina y por su Palabra va hablando a su corazón hasta convencerlo y quebrarlo, llevándolo a los pies de Cristo.  

A Dios se llega a través de Cristo y a Cristo a través del Padre. Y Como Dios quiere que todos los hombres sean salvos, nadie puede decir que Dios no lo quiso salvar llevándolo a Cristo, sino que quienes se pierden, se pierden por que resisten el trabajo de Dios, rechazando la gracia que se les ofrece.


Pensamientos para reflexionar

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