CRISTO CON NOSOTROS Y CRISTO EN NOSOTROS

“Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20)

“¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13.5)


Hay una gran diferencia en tener a Dios con nosotros y tener a Dios en nosotros.

En el Antiguo Testamento Dios estaba con el hombre. Se necesitó de la obra de Cristo para que Dios estuviera en el hombre. La iglesia es la revelación de ese misterio: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27)

Estar con alguien santo tiene influencia santificadora, sin embargo, eso no alcanza. Al hombre se le puede decir lo que debe hacer y lo que no, y lo intentará, pero terminará fallando, como quedó comprobado cuando Dios le dio la ley a Israel. Sin embargo, lo que no pudo la ley, lo pudo la obra de Cristo, y Cristo en nosotros, produce lo que jamás hubiéramos podido por nosotros mismos.

Imaginemos que alguien no puede comer ciertas. Cristo, a su lado, le recordará que no debe comerlas, pero en algún momento, él se apartará y comerá a escondidas. Ahora pensemos que Cristo no esté solamente a su lado, sino en él, y que cada vez que quiera comer, le diga: <No comas>. Él objetará: <pero tengo hambre, y me gusta…> pero Cristo le dirá: <No debes hacerlo>. Como Cristo es el Señor de su vida, aquel no claudicará y hará lo que Cristo le diga.  Y haciendo lo que Cristo le manda, la gente notará un cambio. Lo verá cada día más parecido a Cristo.


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *