
“El que se une al Señor, un espíritu es con él” (1 Corintios 6:17)
“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6)
Un cristiano, no es sólo quien lee la Biblia, asiste a reuniones y canta canciones de alabanza a Dios. Todas estas cosas las puede hacer un inconverso, sin haber pasado de muerte a vida.
“A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía” (Hechos 11:26)
Estas personas, habían recibido el evangelio, lo habían creído y se habían convertido al Señor.
Se les llamó cristianos, porque eran personas completamente identificadas con Cristo.
Cristo significa: Ungido. Los que habían creído, manifestaban al Ungido de Dios en sus vidas, de una manera simple y contundente.
No tenían que esforzarse para mostrar que pertenecían a Cristo, esto se notaba en sus vidas, se manifestaba en su andar en santidad, amor y obediencia. “Eran cartas de Cristo… conocidas y leídas por todos los hombres” (2 Corintios 3:2,3)
Tomaron su cruz y seguían a Cristo. Desechando todo cuanto los ligaba al presente siglo malo, del cual habían sido liberados (Gálatas 1:4) porque lo que provenía del mundo y no del Padre, sus modas, costumbres y demás, habían perdido el primer lugar en sus corazones, en los cuales ahora habitada Cristo.
Un cristiano ama verdaderamente a Dios y a su prójimo. El amor y la verdad lo distinguen.
Por eso Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:35)
Pensamientos para reflexionar