
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal” (Jeremías 29:11)
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo (Romanos 8:29)
Dios, deseó que fuéramos conforme (con la forma o a la forma) de su Hijo. Y trabaja nuestras vidas como el platero a la plata, bajo la acción del fuego, que es figura de las pruebas, a las que somos sometidos; para sacar las escorias de la plata y que salga alhaja al fundidor (Proverbios 25:4)
El platero trabaja la plata en el crisol, ya que la plata, generalmente está mezclada con otros minerales. Bajo la acción del fuego, trabaja, hasta que separa las escorias y la plata está tan límpida que su rostro se refleja en ella. Cuando llega a este punto, la saca del fuego. De esa manera trabaja Dios en nuestras vidas y con nuestra fe. Hasta que Cristo es reflejado en nosotros y mostramos sus virtudes.
Dios, según su sabiduría, nos purifica “aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas” (1 Pedro 1:6) Las pruebas vienen, solamente cuando son necesarias. Nosotros, ahora, no lo comprendemos, pero, Dios lo sabe y algún día nos lo rebelará. Allí nos daremos cuenta, de que todo cuanto padecimos sirvió como él lo dijo: “probándote, para a la postre hacerte bien” (Deuteronomio 8:16)
Pensamientos para reflexionar