“Porque nada podemos contra la verdad, sino por la verdad” (2 Corintios 13:8)
Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4)
Y dice: “Compra la verdad, y no la vendas (Proverbios 23:23)
La salvación se recibe por fe, porque el precio lo pagó Cristo Jesús. Sin embargo, cuando se trata de la verdad, Dios utiliza un lenguaje que sugiere comprarla, ya no “sin dinero y sin precio”, sino pagando un precio para adquirirla. Un precio, al cual la carne en nosotros siempre se resistirá.
Dios es llamado: “Dios de verdad” (Salmo 31:5) Y desea que seamos testigos de su amor y su verdad. Por eso, la verdad sufre terribles ataques.
La verdad es absoluta y enfrenta. Cuando la relativizamos, todo se transforma en un caos.
Lo mejor es transigir se dice, pero no. Si amamos la verdad debemos pagar el precio.
Los que somos de Cristo, debemos aceptar y mantener la verdad de Dios.
Pilatos sabía que Jesús era justo, pero no quiso pagar el precio de la verdad.
El joven rico, comprendió que “la avaricia es idolatría” (Colosenses 3:5) pero se fue triste. No compró la verdad.
¡Qué triste! Por eso, tú. “Compra la verdad y no la vendas” No pienses cuánto te costará. El precio solo cuesta terrenalmente en la “carne”.
Hazlo y sentirás paz, porque no hay nada mejor que hacer lo correcto.
Pensamientos para reflexionar